14.12.11

Vidal 3

            Tal vez estés en el mismo bar que yo, tomando algo o nada pero sí por ejemplo escribiendo, por ejemplo marcando algo en amarillo naranja verde pero marcando, por ejemplo, un texto con células o epitelios y sin sonreír ni una vez. Ni cuando podrías verme acariciar al gato que si quisiera haría café pero no hace, porque no me ves, porque no marco nada, sólo escribo por ejemplo una carta, por ejemplo tomo notas de un viaje, solo escribo. Podrías sonreír cuando rasco al gato atrás de la oreja izquierda porque te gustan los gatos, aunque más bien seas un perro o un escorpión. Podrías, sí, sonreír, digo, pero no me ves como yo te veo ni de ninguna otra manera, y si acaso mirases en mi dirección verías a lo sumo un conjunto de rombos azules y una línea azul que es mi birome. No me verías y aún sabrías que soy azul, un poco también porque por ejemplo usás anteojos pero no siempre. Y vos sos si se quiere naranja, claro que yo quiero, yo haría todo naranja, hasta las manzanas naranjas si sirviera de algo. O amarillo, pálido, como ahora que salgo a la puerta del bar y pasa un auto con un perro lengua afuera en el asiento de atrás. Salgo por moverme, esperando que salgas, para volver a entrar y beber el río, pero primero queriendo que salgas, que te gusten los gatos, que veas que no sólo azul sino que también gris, gris cementerio u hormigón. Porque la sangre de los colores es gris y mi cuerpo está por ejemplo entre lápida e inundación, el verde se cortó las muñecas y el rojo los tobillos, y no hay tierra ni criptas, sólo cuerpos solos pudriéndose juntos.
Debiera empezar a fumar, perder el reloj. Hablarte cuando salgas, esperarte por ejemplo unos cuarenta minutos, y que cuando el sol baje ocre y venga el frío tibio, cuando salgas y me digas seis y media, me pidas fuego, estar en tu misma vereda. Porque también puede ser que estés en otro bar.

1 comentario:

Noe dijo...

esto me encantò, chabòn!

Publicar un comentario