31.10.11

Hubo quien pensó que estaba perdido

Ya sin la media sonrisa, cerró los ojos y empezó. Los cuerpos apretados, unidos quién sabe por qué azar, yuxtapuestos por un destino común, rozándose húmedos, movidos con mecánica y aleatoria habilidad por algo más fuerte que ellos mismos.
            Cuando salió de la zapatería, no sin razón se sorprendió al abrir la caja y no encontrar sus zapatos cuarentiuno, sino un puñado de billetes. No era poca cosa, no era demasiado. Pudo haberse financiado varios pares de zapatillas, quizá para toda la vida, pero, sin vacilar, cruzó la calle y entró al casino. Se sentó en la ruleta e inmediatamente alguien le preguntó si tomaría algo. El derecho universal a disfrutar mientras se arruina. Pidió un café.
Eligió par, pero espero. Par. Impar. Impar. Café. Par. Impar. Todo a par. Impar. Lo vieron levantarse con un suspiro y media sonrisa. Impar. Hubo quien pensó que estaba perdido. Impar. Como no había siquiera probado el café, alguien más se lo tomó. Par.
Paró un colectivo en la esquina. Sacó boleto y se acomodó en el tercer asiento de los de uno. Inmóvil, vio pasar: una iglesia, un árbol torcido y viejo, una torre de espejos. Apoyó la cabeza contra la ventana, cerró los ojos y empezó. En seis mil uno saltó y se apuró a tocar el timbre. Una señora con muchas bolsas lo miró con lástima.
No conocía esa plaza. Al banco que eligió le faltaba la mitad del respaldo. Un chico se acercó en su bicicleta y le explicó: está lloviendo.
Paró un colectivo en la esquina. Sacó boleto, pero no había dónde sentarse. Ya sin la media sonrisa, cerró los ojos y empezó. Los cuerpos apretados, unidos quién sabe por qué azar, yuxtapuestos por un destino común, rozándose húmedos, movidos con mecánica y aleatoria habilidad por algo más fuerte que ellos mismos. Se perdió cerca de los diez mil tres, sin remedio abrió los ojos y quiso bajar, mas no pudo, no tuvo fuerzas, no supo cómo, dónde. A su alrededor pudo reconocer el café barato, un aroma moribundo que llenaba el vacío, ahogándolo, persistente, en cada boca de cada pasajero.

2 comentarios:

Noe dijo...

me gusta.
excepto ese "mas" por "pero".
ni da "refinar". es patetismo. salud.

Gua- dijo...

es lindo lo que escribís.

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