4.8.11

Expiación

Culpen a la piedra que llegó al río
que vivió inerte
culpen a la piedra por estar mojada.

Yo no la culpo.

Culpen al perro que mascó huesos
que quedó sin dientes
por quedar sin cadenas
culpen al perro por tragarse en un sol lo que mil en una luna.

Yo no lo culpo.

Culpen a la rama que perdió sus hojas
que se envistió de frío
que se irguió al cielo resoluta
aún sin bandera
culpen a la rama por besarse con el rayo y arder.

Yo no la culpo.

Culpen al hombre que nació solo
que extravió el amor
en un asiento pueril
que enjugó sus lágrimas
en cada cosa que no supo saber
culpen al hombre por trocar esperanza por carne.

Yo no lo culpo.
Por eso te llamé.

1 comentario:

este dijo...

Y casi pienso que iba a ser el que menos me gustara.

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